CUANTO TIEMPO SIN VERTE...

Después de conseguir levantarme de nuevo y después de volver a caer todavía más profundamente, tuve la suerte de encontrar maravillosos y fructíferos modos de recobrar mi bálsamo reparador, mi pintura y, por si fuera poco, una nueva salida a mi creatividad.

Primero llegó el nuevo y extraordinario placer del reencuentro con lo que es el dibujo profesional a mano alzada de modelos. Tener que coger el coche durante una hora en la oscuridad de la temprana noche inglesa en todo clase de accidentes climáticos no consiguió desanimarme ni dar de lado a la sed de paz interior que consigo cuando estoy en un grupo de gente con los mismos intereses, escuchando música clásica en el silencio concentrado de un grupo de artistas fijos en el modelo, el paper y el lápiz. Como volver a nacer.

Esta oportunidad llegó de la mano del tradicional y antiguo grupo Derby Sketching Club.

Envio toda mi gratitud llena de admiración a los que allí estaban cada semana.

Otro grupo favorito fue el super-amistoso, simpático y poco pretencioso grupo de Alfreton Life Drawing Group. Un grupo de aficionados con algo en común, el amor a la pintura y al dibujo, me ofrecían otra velada de amistad, risas e inestimables oportunidades para llenar dos sketchbooks con desnudos maravillosos.

Los dos grupos, iguales pero diferentes, me tendieron sin saberlo una mano de auxilio muy necesitada por mi alma castigada.

Con ellos conseguí llegar al final de cada semana durante una de las peores temporadas de mi vida.

Y finalmente, algo después, tuve la suerte de topar con Artstand, un grupo local de artistas profesionales de calidad increíble con quienes vinieron muchas oportunidades para exhibir e incluso vender!

Decir que los miembros de este grupo se convirtieron en buenos amigos en poco tiempo no es una exageración.

Todavía me parece alucinante el hecho de que todos los pintores que he encontrado en mi camino artístico han sido increíblemente honorables, genuinos y abiertos desde el primer momento.

Muchísimas gracias a todos ellos, tanto a los artistas como a los modelos. A sabidas o no, todos has amortiguado mis peores momentos y me ayudaron a seguir a flote en mis peores momentos.

Ahora que me encuentro lejos de todos ellos, mi corazón todavía se sienta en esas salas, dibujando, compartiendo el calmante silencio o el calmante bromeo pero sobretodo compartiendo el incalculable sentimiento de formar parte de algo que no se puede igualar en ningún otro sitio.

Gracias.